Durante la celebración del XIX Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) en Barcelona (Julio de 1996), el entonces Presidente del organismo, Sr. Jaume DURÓ, sugirió al Sr. Josep M. LLOP, Director de los Serveis d’Urbanisme de la Paeria – Ajuntament de Lleida, la posibilidad de desarrollar desde la ciudad de Lleida un trabajo sobre las ciudades intermedias en el marco de la UIA. Que se pensara en la ciudad de Lleida no era un hecho casual. La ciudad había ya acogido, desde mediados de los ochenta, una serie de Seminarios y trabajos relacionados con el tema.
Tras una serie de encuentros con el actual Presidente de la UIA, el Sr. Vassilis SGOUTAS, entonces Secretario General de la UIA, se empezó a planificar el que acabaría convirtiéndose en el programa de Trabajo de la UIA: “CIUDADES INTERMEDIAS Y URBANIZACIÓN MUNDIAL”.
Cabe mencionar que algunas de las particularidades del Programa son, en primer lugar, que es el único apoyado por una administración local, y en segundo lugar, que es uno de los Programas que trata en el seno de la UIA los temas del urbanismo y que se desarrolla a escala mundial.
El Programa entra ya en una segunda fase de desarrollo con el objetivo de presentar conclusiones en el XXI Congreso de la UIA, a celebrar en Berlín el 2002. Bajo el lema del Congreso “La Arquitectura como recurso” serán presentados los resultados de esta segunda fase, junto con otros Programas de trabajo de la UIA coordinados por el Secretario General de la organización Sr. Jean-Claude RIGET.
Los objetivos del Programa
El programa se diseñó con los objetivos siguientes:
1. Abrir un campo de debate y trabajo específico sobre las ciudades intermedias. Su definición, más que por el tamaño de éstas (diferente según sea la región geográfica), vendría caracterizada por la función de intermediación que las ciudades intermedias desempeñan entre las grandes áreas urbanas y los pequeños asentamientos humanos. Los centros intermedios devienen así centros territoriales que cubren las necesidades de amplias áreas territoriales. El programa fija en principio unos límites que son pero estudiados en casos particulares: ciudades con una población comprendida entre los 20.000 hasta los 2 millones de habitantes.
2. Reflexionar sobre el papel que la arquitectura y el urbanismo deben tener en estas ciudades dentro del actual marco de globalización y proceso de urbanización mundial.
3. Establecer un marco de cooperación a escala mundial basado en el intercambio de información, experiencias, criterios técnicos y metodologías de intervención entre sus miembros.
Marco de reflexión
Ciudades intermedias y proceso de urbanización
En las últimas décadas se han producido cambios importantes en los patrones de asentamiento de la población del planeta. Según datos de Naciones Unidas se viene asistiendo a un proceso de urbanización mundial global y acelerado. En 1950, el 29% de los habitantes del planeta vivía en ciudades, unos 734 millones de personas.
En 1994, este porcentaje llegó a un 45%, unos 2.500 millones; y se prevé que para las primeras décadas del próximo siglo éste supere el 60%.
Tanto o más importante que el ritmo y las cifras son los efectos espaciales y los cambios de escala que conlleva el proceso de urbanización.
En primer lugar, debe destacarse que se trata de un proceso o un fenómeno a escala planetaria, con ritmos y caminos desiguales y diferentes, pero que conducen a una misma realidad compleja y diversa : la construcción del planeta ciudad.
En segundo lugar, destacar que el proceso no se desarrolla de una forma equilibrada sobre el territorio, sino que la urbanización mundial tiende a la polarización. La progresiva concentración de la población en grandes aglomeraciones urbanas es otro de los efectos espaciales del proceso y tendencias de urbanización actual, en buena parte relacionadas con los efectos de la globalización económica.
En 1950, tan solo 83 ciudades se incluían en la lista de ciudades millonarias, ciudades con más de un millón de habitantes, la mayoría de ellas en los países desarrollados. En 1995, son ya 325 las ciudades que han llegado al millón de habitantes, la mayoría en países en desarrollo y buena parte de ellas en la India y China.
Más espectacular, si cabe, es la evolución y distribución geográfica de las llamadas “megaciudades”, que se definen principalmente por el volumen de la población que estas alojan, de 8 o 10 o más millones de habitantes, según las fuentes. En 1950, tan solo 2 ciudades superaban los 8 millones de habitantes: Nueva York y Tokio. En 1996, son ya 21, la mayoría en el tercer mundo, y se prevé lleguen a ser 30 las ciudades que superen estas cifras en las primeras décadas del nuevo siglo.
La polarización y concentración de la población urbana anula cualquier posibilidad de equilibrio territorial, de equilibrio urbano y desestabiliza el sistema de asentamientos existente. La literatura científica suele apuntar que nunca ha existido el equilibrio urbano, nunca ha existido un reparto equitativo y equilibrado de la población, pero es que tampoco nunca había existido tanto “desequilibrio”.
Además el rápido e incontrolado crecimiento de éstos gigantes urbanos genera efectos negativos a nivel territorial y social como: la falta de infraestructuras y servicios básicos, problemas de vivienda, congestión, problemas de salud, etc.
La preocupación por el sentido social de la Arquitectura y el Urbanismo al final del siglo XX, y a las puertas del siglo XXI, debe de incidir en el análisis del fuerte crecimiento de las ciudades, y los retos profesionales que ello plantea.
Sin embargo estos grandes gigantes urbanos alojan actualmente una parte muy pequeña de la población urbana del planeta: un 7% vive en ciudades de más de 10 millones, un 14% en ciudades de más de 5 millones.
La mayoría de la población urbana mundial (alrededor de un 56%) vive en ciudades de tamaño medio y pequeño de menos de 500.000 habitantes. A través de estos centros urbanos pequeños y medianos la mayoría de la población urbana del planeta y amplias capas de la población rural pueden acceder a unos servicios, a unos bienes y infraestructuras más o menos especializados. Y pese a que estos asentamientos menores de 500.000 habitantes albergan a más del 50% de la población urbana del planeta (unos 1.300 millones de habitantes) no son muchos los estudios que a escala internacional o regional se han desarrollado sobre ellos.
Propuestas iniciales de reflexión y trabajo
El primer documento (Documento inicial) que se envíó desde la Dirección del Programa a los corresponsales y consejeros internacionales contenía una serie de propuestas de reflexión y trabajo que pueden resumirse en los siguientes puntos:
4.1. – La cooperación entre las CIMES es básica frente a la concentración urbana mundial (urbanización) : Las ciudades medianas o intermedias pueden y deben jugar un mayor papel frente a la concentración y polarización de la población, y más concretamente frente al excesivo crecimiento de las grandes ciudades. Éstas pueden aportar oportunidades de desarrollo a los estados y territorios permitiendo por una parte contener o moderar el éxodo de la población rural y por otra aliviar la excesiva concentración de lasgrandes ciudades. Pero y para que su actuación sea eficiente deben de cooperar, directamente a través de formulas de coordinación, y/o a través de organismos internacionales ( ejemplo: Cités Unies o Villes jumeles).
4.2. – La planificación estratégica es necesaria como “proyecto o programa de ciudad”, a largo y medio plazo (estrategia):
a) La planificación de naturaleza estratégica a medio y largo plazo puede ser positiva para este tipo de ciudades ya que dibuja un marco general, al que deben circunscribirse las políticas urbanas, y establece un proyecto de ciudad “pactado” por los principales agentes urbanos (públicos y privados).
b) El proyecto-programa de ciudad debe de complementar y coordinarse con la planificación física (urbanística y/o territorial) y la posterior intervención urbanística y arquitectónica.
c) Además, y si su metodología es correcta, la concepción y posterior gestión del Plan-proyecto de ciudad permitirá la implicación de todos los agentes sociales de la ciudad y se abrirá a la participación pública, creando una sinergia y ilusión común.
4.3. – La planificación física o urbanística es más coherente con el tamaño de ciudades intermedias (escala urbana): Puesto que las CIMES son ciudades de una escala espacial y humana adecuadas a la comprensión, definición y por supuesto ordenación urbanística física. Las CIMES tienen una dimensión urbana en la que la planificación urbanística puede ser más eficiente que en las grandes ciudades. Debe de señalarse, inmediatamente, que esta afirmación vuelve a ser global, y debe de ser revisada en base a los diversos tipos de ciudades y sus contextos. No obstante, en principio pero podemos apuntar que:
a) Las dimensiones físicas superficiales, de las zonas urbana y/o rural de estas ciudades, son más comprensibles y por lo tanto su ordenación urbanística puede ser mucho más eficiente.
b) La relación entre plano-programa, intrínseca a todo tipo de plan, puede y debe ser mucho más directa en ciudades intermedias por su escala y por sus dimensiones sociales.
c) La planificación estratégica y urbanística de estas CIMES pueden ser complementarias e incluso coherentes. La primera puede ser el programa “funcional” de la segunda.
4.4. – Los problemas del hábitat deben ser prioritarios para el trabajo de los profesionales (hábitat) :
a) En base a la Declaración de Hábitat II deben de ser considerados como principios básicos: el derecho a una vivienda digna o adecuada para todos y el desarrollo de un proceso de urbanización más sostenible. El interés social de la arquitectura y del urbanismo, en el siglo XXI, exige de las autoridades y de los profesionales que actúan en el campo de la ciudad de una mayor sensibilidad hacia estos dos temas.
b) Una “vivienda digna” debe ser higiénica, segura, humana e íntima y, desarrollarse en base a políticas de planificación y gestión globales. Para ello los criterios de proyectación arquitectónica no se deben acomodar a la simple utilización de formas o tecnologías de tipo “internacional”, si no que han de incorporar los materiales, las formas y estructuras de vivienda propias de cada contexto y ciudad. Ello exige un mayor conocimiento y estudio de las condiciones “locales” y “territoriales” de asentamiento y alojamiento para que se puedan aportar proyectos más adecuados y más sostenibles al hábitat humano.
c) Pero el problema básico del hábitat debe entrar no solo en la dimensión proyectual o individual (la casa) sino también en la dimensión urbana o general (el espacio, la ciudad, el territorio) . La ciudad debe ser un lugar para vivir y convivir. El diseño del espacio libre común, del espacio público pero también del conjunto del espacio no destinado a la edificación o a la actividad son dos de las cuestiones estratégicas del diseño urbano. De hecho éstos espacios son los escenarios de la convivencia y del civismo ciudadano.
4.5. – Los monumentos son un patrimonio que hoy se prolonga en los nuevos edificios de carácter comunitario (símbolos): No solo los elementos de la arquitectura histórica, que constituyen el patrimonio cultural, histórico-arquitectónico de las ciudades deben de protegerse, rehabilitarse y destinarse a nuevas funciones. También los nuevos edificios de servicios públicos (las escuelas o centros culturales, por ejemplo) o de usos comunitarios (los centros deportivos o comerciales, por ejemplo) tienen un rol patrimonial y/o una función simbólica en nuestras ciudades.
4.6. – El plan físico o urbanístico debe adaptarse al territorio físico y al entorno natural de la ciudad (urbanismo sostenible) : No es posible a las puertas del siglo XXI un urbanismo que no incorpore los criterios de sostenibilidad y de respeto al entorno. Nuestras ciudades producen, distribuyen y consumen energía y materias primas naturales (agua, aire, tierra… etc). No es posible una planificación urbanística que no interiorice estos temas. Por ello los planes físicos o urbanísticos y su gestión posterior deberán tender a conseguir los objetivos generales siguientes que ahora se formulan como hipótesis de trabajo:
a) Los planes de urbanismo deben potenciar y aplicar en su contenido las ventajas ecológicas de las ciudades:
b) Los planes de urbanismo deben introducir las condiciones y características medioambientales y el paisaje en el modelo de ordenación y desarrollo territorial. El territorio formalizado en forma de paisaje concreto, de cada ciudad y de su propia diversidad, es el elemento base de la planificación urbanística.
c) Los planes de urbanismo deben ordenar las ciudades en función de las condiciones físicas del lugar : Para ello deben proceder a combinar la zonificación (los elementos de cantidad en base a las condiciones de uso y edificación) y la estructura urbana (los elementos de relación y de infraestructura de los servicios generales). Pero deben tener en cuenta, también, que el modelo global depende de las características del lugar y de la topología urbana de cada territorio concreto.
d) El plan físico se debe centrar en la definición concreta de la relación entre superficie total y densidad zonal, distancias máximas y forma urbana global, zonificación de los usos y los medios de transporte,… etc. Ello puede incidir en la reducción de los costes de transporte, o de las tasas de los desplazamientos individuales y los movimientos obligados de las personas, entre residencia y trabajo.
La solución puede pasar por la adopción de modelos más “densos” ( en ciudades anglosajonas, americanas o del norte de Europa) y por el control de densidades (en aquellas áreas geográficas que ya parten de densidades altas como el Mediterráneo o Asia ) XXX. El modelo urbano denso tiene un límite de proporcionalidad entre espacio libre o público y espacio lleno o edificado. Este es uno de los temas a estudiar en el Programa de Trabajo. ¿Como definir este límite o esta relación?
e) Los planes de urbanismo deben tener una concepción más integrada de las funciones y actividades, que permita una ordenación urbanística mixta, no segregada entre las diversas zonas urbanas. La opción de mezcla de funciones y actividades no solo entendida como superación de la simplificación de una determinada interpretación del “Movimiento Moderno”, inspirada en los principios de la “Carta de Atenas” (Le Corbusier), si no que, y además, respondiendo al principio de la diversidad urbana.
Una ciudad más integrada, o mixta, o al menos no segregada espacialmente, es una ciudad más sostenible y igualitaria. Permite un mejor, fácil y más cómodo desarrollo de las funciones humanas sobre el espacio. La cuestión de la integración urbana tiene relación directa con los problemas de la crisis del modelo tradicional que debe de someterse a debate y reflexión.
f) Los planes de urbanismo deben también tener en cuenta criterios de sostenibilidad energética : Integrar el planeamiento urbanístico y los medios de transporte, reducir las distancias peatonales en el diseño del tamaño de la ciudad, promover ciclos sostenibles de producción y reciclaje de los residuos, promover el uso de materiales locales y no contaminantes o reciclables, etc.
4.7. – La participación activa de la población en la administración y diseño de las CIMES es básica (participación): Las poblaciones de residentes, en las ciudades y diferentes asentamientos humanos, deben tener una participación activa en el diseño y la gestión de sus lugares de vida. La ciudad solo puede ser el espacio de libertad individual, de cohesión social, y lugar de progreso económico-social si se dan las condiciones mínimas de participación y democracia.
4.8. – El objetivo global en las ciudades intermedias debe de ser el de mejorar la calidad de vida de todos sus ciudadanos (global). La definición de éste objetivo depende de cada contexto y de cada situación de partida. El objetivo de la calidad de vida pasa primero por cubrir las necesidades básicas de cada asentamiento, déficits que al ser básicos no pueden ni deben ser considerados como cualitativos: vivienda digna, agua corriente, saneamiento, etc….A éstos podrían añadirse ciertos servicios que también pueden considerarse básicos: educación, sanidad, salubridad … etc. Una vez cubiertas las necesidades y servicios básicos es cuando deben plantearse objetivos de tipo más cualitativo.
4.9. – Las propuestas deben responder a los problemas básicos de cada ciudad y de cada población (local).
Es decir de cada lugar y de cada sociedad concreta. Para contrarrestar los efectos negativos de la denominada globalización de la economía de mercado, pero también para apoyar las propuestas del urbanismo y de la arquitectura en elementos de carácter local.
Las líneas de actuación de la primera fase (1997-1999)
Para el desarrollo de los dos primeros objetivos se realizaron una serie de acciones que se detallan a continuación:
1. Se redactó un Documento Inicial de Trabajo que constaba de: 1a. Una introducción, donde se apuntaban las tendencias generales del proceso de urbanización en las últimas décadas, una aproximación al concepto “ciudad media/intermedia” y diversa bibliografía sobre el tema.
1a. Una introducción, donde se apuntaban las tendencias generales del proceso de urbanización en las últimas décadas, una aproximación al concepto “ciudad media/intermedia” y diversa bibliografía sobre el tema.
1b. Unos puntos iniciales para establecer el debate que hacía referencia a temas como: la necesidad de establecer proyectos de ciudad con líneas estratégicas, los problemas de alojamiento; niveles mínimos de calidad de vida; el patrimonio, en especial, las áreas de interés histórico-artístico; los equipamientos, espacios libres y áreas de nueva urbanidad; la necesidad de contextualizar los planes y proyectos teniendo en cuenta no sólo las particularidades del lugar, sino que, y también, las de una escala territorial más amplia (especialmente el área de influencia más o menos inmediata); y la participación ciudadana en el diseño y gobierno de la ciudad. Como conclusión a estos puntos se apuntaba la necesidad de establecer una red de cooperación como base de intercambio de experiencias de trabajo e información.
2. Se organizaron Seminarios y Jornadas de debate:
Internacionales: “Ciudades intermedias y urbanización mundial” – VII Setmana d’Estudis Urbans en Lleida, celebrado en la ciudad de Lleida (España) del 30 de marzo al 3 de abril de 1998 y “Ciudades intermedias, arquitectura y urbanismo”, en Lleida y Barcelona (España) del 15 al 18 de Febrero de 1999.
Locales/regionales: Reuniones con expertos y técnicos procedentes de ámbitos geográficos más cercanos. El objetivo de estas reuniones era el de dibujar las líneas generales del trabajo a seguir por el Programa y recoger las ideas y sugerencias de profesionales y académicos.
Para el desarrollo del tercero de los objetivos, el de establecer un marco de cooperación, se envió el Documento Inicial de Trabajo a cerca de 300 personas, “colaboradores locales” y “expertos” en todo el mundo. A estos se les pedía que hicieran llegar a la Dirección del programa las anotaciones, reflexiones y carencias que creyeran oportunas incluir. Además, a los colaboradores locales se les pediría que rellanaran una encuesta que incluía datos muy diversos pero genéricos sobre su ciudad y el área de influencia: topología y morfología, datos sobre la población y densidad, datos sobre monumentos, equipamientos, infraestructuras de transporte y presupuesto, entre otros. La encuesta debía ir acompañada de un plano general y tres fotografías (una de la vista general, otra de uno de sus monumentos más representativos y otra de una fiesta o celebración popular/tradicional).
Los resultados de la 1ª fase (1997-1999):
El fruto del trabajo realizado en esta primera fase de desarrollo del Programa UIA-CIMES puede generalizarse en los siguientes:
- La nueva redacción del Documento de Trabajo, que enriquecido con las aportaciones de las notas y criterios de los colaboradores locales y expertos dio lugar al Documento Final y al libro “Ciudades intermedias y urbanización mundial” publicado a principios de Junio de 1999 y presentado en el XX Congreso de la UIA en Bejiing (China). En su publicación colaboraron el Ajuntament de Lleida, la UNESCO, la UIA y el Ministerio de Asuntos Exteriores en España.
- Una base de datos, información gráfica y cartográfica de diversas ciudades intermedias. A 12/03/2001 se han recibido y procesado un total de 75 encuestas procedentes de ciudades de todo el mundo. (Ver punto D·3 – Las ciudades miembro de la red CIMES)
- Una base de datos con bibliografía específica sobre ciudades intermedias que debe de catalogarse ahora por materias y temas más específicos.
- Una extensa base de datos con las direcciones de los colaboradores locales y expertos y que cuenta ya con cerca de 400 miembros. La lista se va alimentando de forma natural con nuevos contactos establecidos a partir de los miembros más activos y contactos que interesados realizan de forma directa con la Dirección del Programa. Esta base de datos es, de hecho, el primer paso para llegar a establecer una red de cooperación y de intercambio de información.
- La “Declaración de Lleida sobre las ciudades intermedias” que fue redactada y aprobada por expertos y colaboradores locales presentes en el Seminario “Ciudades intermedias, arquitectura y urbanismo” celebrado en la ciudad de Lleida (España) entre el 15 y 18 de Febrero de 1999. La Declaración reclama, en líneas generales, una mayor atención a las ciudades intermedias y dibuja las líneas de trabajo que se cree deberían de desarrollarse en estas ciudades para garantizar un entorno sostenible, participativo, democrático y con unos mínimos de calidad de vida para sus ciudadanos.
La primera fase del Programa finalizó con la presentación en Beijing, en el marco del XX Congreso de la UIA, de los resultados obtenidos entre el otoño de 1997 y la primavera de 1999 a través de una pequeña presentación y una exposición que fue así mismo presentada en la ciudad de Lleida en una jornada celebrada el 11 de Diciembre de 1999.
Las publicaciones
LLOP, J.Mª – BELLET, C (1999), Ciudades intermedias y urbanización mundial, Ajuntament de Lleida – Unesco – UIA – Ministerio de Asuntos Exteriores, ed. Ajuntament de Lleida, Lleida, ISBN- 84-89781-26-5 IDIOMAS: Español, Inglés, Francés, Chino mandarin, Árabe.
LLOP, J.Mª – BELLET, C (2000), Ciudades intermedias. Urbanización y sostenibilidad, VII Semana de Estudios Urbanos en Lleida, Lleida, ed. Milenio, col. Milenio Actas, ISBN – 84-89790-85-X
Los objetivos de la segunda fase
Durante la última jornada del Congreso se presentaron las propuestas de nuevos Programas de Trabajo y la continuación de 26 de los desarrollados durante el bienio 98-99, entre los que figuraba el Programa “Ciudades intermedias y urbanización mundial”. Una vez ratificada la propuesta por la Sección Española de la UIA y el Colegio de Arquitectos de España, fueron enviados los objetivos y el programa de actividades previsto para la Segunda Fase (1999-2002).La información y trabajo realizado hasta el momento es la base sobre la cual parte el diseño de la Segunda Fase. En esta se pretende continuar con el trabajo realizado centrándose pero en líneas y temas más concretos y específicos que en buena parte fueron dibujándose ya en los resultados de la primera fase: la cuestión del alojamiento, los proyectos urbanos de futuro, las experiencias de participación ciudadana, la imagen, los monumentos y símbolos urbanos, etc.
El éxito del Programa depende, en buena medida, del nivel de colaboración y participación de los colaboradores locales y expertos y de la posibilidad de mantener y ampliar la red de colaboración.
Los objetivos generales de la segunda fase són:
1. Aumentar la red de contactos y hacerla más operativa.
2. Centrar el debate en temas más concretos (ver el punto siguiente).
3. Reforzar la relación con organismos internacionales: UNESCO, IULA, UNCHS…
4. Consolidar el Programa de Trabajo UIA-CIMES en la ciudad de Lleida.
5. Analizar la posibilidad de actuar como antena de los actos, a celebrar en la ciudad de Barcelona el año 2004, en el Fòrum Universal de les Cultures. (http://www.barcelona2004.org)
Las líneas de actuación de la segunda fase
1. Crear un marco de reflexión específico sobre las ciudades intermedias (CIMES) donde se aloja la mayoría de la población urbana del planeta. Hay más de 3200 CIMES en el planeta, presentes además en todos los contextos socioeconómicos, con más de 1.000 millones de habitantes. Pese a ello, la mayoría de centros de investigación urbanos y organismos internacionales centran su atención en las grandes aglomeraciones urbanas.
2. Presentar la Arquitectura y el Urbanismo como instrumentos que pueden contribuir a un desarrollo socioeconómico sostenible y equilibrado. En este punto se trata de reflexionar sobre como a través del campo profesional, desde la disciplina y desde su organización internacional (la UIA) así como desde el conjunto de profesionales que actúan en el medio urbano, se puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población de las ciudades intermedias y a través de ellas incidir sobre las condiciones de vida del conjunto del planeta. Al respecto las diferentes actuaciones profesionales deberían tener en cuenta los aspectos siguientes:
1. El estudio de los problemas concretos a escala local (Diagnósticos).
2. La divulgación, opinión y pedagogía de las soluciones posibles (Educación a través de la difusión).
3. Los informes técnicos y las propuestas de soluciones locales (Intervenciones).
4. El proyecto como instrumento propio de actuación profesional (Proyectos).
5. El plan, en sus diversas formas, como instrumentos de ordenación (Planes).
6. El asociacionismo profesional y cívico como capital social (Cooperación).
7. El interés por la estética y la belleza de las propuestas (Cualidad).
8. El interés por los problemas locales y sus soluciones (Diseño).
3. Analizar y comparar ciudades intermedias, en base a una encuesta (datos y planos), en la actualidad el Programa UIA-CIMES cuenta ya con 71 encuestas de ciudades intermedias de todos los continentes. Este análisis debe profundizar sobre las características de las diferentes ciudades y formular los problemas y temas clave desde los que la Arquitectura y el Urbanismo pueden operar.
4. Realizar Seminarios regionales, en el marco de las Regiones de la UIA, que permitan diferenciar y destacar los rasgos geográficos, históricos y socioculturales de las CIMES a la vez que difundir el Programa y ampliar la red de colaboración. En la actualidad están en marcha los Seminarios siguientes :
- ” Amélioration des conditions de vie dans les villes intermédiaires en Afrique ”
del 9 al 11 de Noviembre de 2000, Sfax (Túnez).
Información : Mr. Taoufik EL EUCH
E-mail = taoufik.eleuch@planet.tn
- “El rol de las ciudades intermedias iberoamericanas”
del 4 al 6 de Diciembre de 2000, Resistencia (Argentina)
Información: Ms. Alicia Mastandrea.
E-mail: alicia.mastandrea@ecomchaco.com.ar
Así mismo desde el Programa se trata de colaborar con otros proyectos y Seminarios sobre ciudades intermedias, como:
- “Jornada de reflexión sobre el presente y futuro de las ciudades medias en España”, celebrada en Córdoba (España) el 20 de abril de 1999. Jornada organizada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y el Ayuntamiento de Córdoba.
- El proyecto en desarrollo “Red de ciudades intermedias en el Valle del Cauca”, para las ciudades del Valle del Cauca en Colombia, que tuvo una jornada de presentación en la ciudad de Cali (Colombia) el 12 de Octubre de 2000 y organizada por el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown (EEUU), Asocámaras y la Cámara de Comercio de Cali.
5. Destacar los principales temas que la arquitectura y el urbanismo, deben desarrollar en este tipo de ciudades de cara a resolver los problemas socioeconómicos y urbanísticos más importantes:
1. El patrimonio en la ciudad intermedia: Políticas, instrumentos y actuaciones en el patrimonio urbano.
2. Participación ciudadana: Experiencias de participación ciudadana en la planificación y práctica política diaria
3. El espacio público: Experiencias y proyectos de dotación de espacios libres y equipamientos
4. La ciudad intermedia en el territorio: Políticas territoriales sobre potenciación de este tipo de núcleos y de relación con sus áreas de influencia.
5. Vivienda y suelo: Propuestas innovadoras sobre políticas de suelo y vivienda desarrolladas por la administración local
UIA-CIMES programme
Los orígenes del Programa
Durante la celebración del XIX Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) en Barcelona (Julio de 1996), el entonces Presidente del organismo, Sr. Jaume DURÓ, sugirió al Sr. Josep M. LLOP, Director de los Serveis d’Urbanisme de la Paeria – Ajuntament de Lleida, la posibilidad de desarrollar desde la ciudad de Lleida un trabajo sobre las ciudades intermedias en el marco de la UIA. Que se pensara en la ciudad de Lleida no era un hecho casual. La ciudad había ya acogido, desde mediados de los ochenta, una serie de Seminarios y trabajos relacionados con el tema.
Tras una serie de encuentros con el actual Presidente de la UIA, el Sr. Vassilis SGOUTAS, entonces Secretario General de la UIA, se empezó a planificar el que acabaría convirtiéndose en el programa de Trabajo de la UIA: “CIUDADES INTERMEDIAS Y URBANIZACIÓN MUNDIAL”.
Cabe mencionar que algunas de las particularidades del Programa son, en primer lugar, que es el único apoyado por una administración local, y en segundo lugar, que es uno de los Programas que trata en el seno de la UIA los temas del urbanismo y que se desarrolla a escala mundial.
El Programa entra ya en una segunda fase de desarrollo con el objetivo de presentar conclusiones en el XXI Congreso de la UIA, a celebrar en Berlín el 2002. Bajo el lema del Congreso “La Arquitectura como recurso” serán presentados los resultados de esta segunda fase, junto con otros Programas de trabajo de la UIA coordinados por el Secretario General de la organización Sr. Jean-Claude RIGET.
Los objetivos del Programa
El programa se diseñó con los objetivos siguientes:
1. Abrir un campo de debate y trabajo específico sobre las ciudades intermedias. Su definición, más que por el tamaño de éstas (diferente según sea la región geográfica), vendría caracterizada por la función de intermediación que las ciudades intermedias desempeñan entre las grandes áreas urbanas y los pequeños asentamientos humanos. Los centros intermedios devienen así centros territoriales que cubren las necesidades de amplias áreas territoriales. El programa fija en principio unos límites que son pero estudiados en casos particulares: ciudades con una población comprendida entre los 20.000 hasta los 2 millones de habitantes.
2. Reflexionar sobre el papel que la arquitectura y el urbanismo deben tener en estas ciudades dentro del actual marco de globalización y proceso de urbanización mundial.
3. Establecer un marco de cooperación a escala mundial basado en el intercambio de información, experiencias, criterios técnicos y metodologías de intervención entre sus miembros.
Marco de reflexión
Ciudades intermedias y proceso de urbanización
En las últimas décadas se han producido cambios importantes en los patrones de asentamiento de la población del planeta. Según datos de Naciones Unidas se viene asistiendo a un proceso de urbanización mundial global y acelerado. En 1950, el 29% de los habitantes del planeta vivía en ciudades, unos 734 millones de personas.
En 1994, este porcentaje llegó a un 45%, unos 2.500 millones; y se prevé que para las primeras décadas del próximo siglo éste supere el 60%.
Tanto o más importante que el ritmo y las cifras son los efectos espaciales y los cambios de escala que conlleva el proceso de urbanización.
En primer lugar, debe destacarse que se trata de un proceso o un fenómeno a escala planetaria, con ritmos y caminos desiguales y diferentes, pero que conducen a una misma realidad compleja y diversa : la construcción del planeta ciudad.
En segundo lugar, destacar que el proceso no se desarrolla de una forma equilibrada sobre el territorio, sino que la urbanización mundial tiende a la polarización. La progresiva concentración de la población en grandes aglomeraciones urbanas es otro de los efectos espaciales del proceso y tendencias de urbanización actual, en buena parte relacionadas con los efectos de la globalización económica.
En 1950, tan solo 83 ciudades se incluían en la lista de ciudades millonarias, ciudades con más de un millón de habitantes, la mayoría de ellas en los países desarrollados. En 1995, son ya 325 las ciudades que han llegado al millón de habitantes, la mayoría en países en desarrollo y buena parte de ellas en la India y China.
Más espectacular, si cabe, es la evolución y distribución geográfica de las llamadas “megaciudades”, que se definen principalmente por el volumen de la población que estas alojan, de 8 o 10 o más millones de habitantes, según las fuentes. En 1950, tan solo 2 ciudades superaban los 8 millones de habitantes: Nueva York y Tokio. En 1996, son ya 21, la mayoría en el tercer mundo, y se prevé lleguen a ser 30 las ciudades que superen estas cifras en las primeras décadas del nuevo siglo.
La polarización y concentración de la población urbana anula cualquier posibilidad de equilibrio territorial, de equilibrio urbano y desestabiliza el sistema de asentamientos existente. La literatura científica suele apuntar que nunca ha existido el equilibrio urbano, nunca ha existido un reparto equitativo y equilibrado de la población, pero es que tampoco nunca había existido tanto “desequilibrio”.
Además el rápido e incontrolado crecimiento de éstos gigantes urbanos genera efectos negativos a nivel territorial y social como: la falta de infraestructuras y servicios básicos, problemas de vivienda, congestión, problemas de salud, etc.
La preocupación por el sentido social de la Arquitectura y el Urbanismo al final del siglo XX, y a las puertas del siglo XXI, debe de incidir en el análisis del fuerte crecimiento de las ciudades, y los retos profesionales que ello plantea.
Sin embargo estos grandes gigantes urbanos alojan actualmente una parte muy pequeña de la población urbana del planeta: un 7% vive en ciudades de más de 10 millones, un 14% en ciudades de más de 5 millones.
La mayoría de la población urbana mundial (alrededor de un 56%) vive en ciudades de tamaño medio y pequeño de menos de 500.000 habitantes. A través de estos centros urbanos pequeños y medianos la mayoría de la población urbana del planeta y amplias capas de la población rural pueden acceder a unos servicios, a unos bienes y infraestructuras más o menos especializados. Y pese a que estos asentamientos menores de 500.000 habitantes albergan a más del 50% de la población urbana del planeta (unos 1.300 millones de habitantes) no son muchos los estudios que a escala internacional o regional se han desarrollado sobre ellos.
Propuestas iniciales de reflexión y trabajo
El primer documento (Documento inicial) que se envíó desde la Dirección del Programa a los corresponsales y consejeros internacionales contenía una serie de propuestas de reflexión y trabajo que pueden resumirse en los siguientes puntos:
4.1. – La cooperación entre las CIMES es básica frente a la concentración urbana mundial (urbanización) : Las ciudades medianas o intermedias pueden y deben jugar un mayor papel frente a la concentración y polarización de la población, y más concretamente frente al excesivo crecimiento de las grandes ciudades. Éstas pueden aportar oportunidades de desarrollo a los estados y territorios permitiendo por una parte contener o moderar el éxodo de la población rural y por otra aliviar la excesiva concentración de lasgrandes ciudades. Pero y para que su actuación sea eficiente deben de cooperar, directamente a través de formulas de coordinación, y/o a través de organismos internacionales ( ejemplo: Cités Unies o Villes jumeles).
4.2. – La planificación estratégica es necesaria como “proyecto o programa de ciudad”, a largo y medio plazo (estrategia):
a) La planificación de naturaleza estratégica a medio y largo plazo puede ser positiva para este tipo de ciudades ya que dibuja un marco general, al que deben circunscribirse las políticas urbanas, y establece un proyecto de ciudad “pactado” por los principales agentes urbanos (públicos y privados).
b) El proyecto-programa de ciudad debe de complementar y coordinarse con la planificación física (urbanística y/o territorial) y la posterior intervención urbanística y arquitectónica.
c) Además, y si su metodología es correcta, la concepción y posterior gestión del Plan-proyecto de ciudad permitirá la implicación de todos los agentes sociales de la ciudad y se abrirá a la participación pública, creando una sinergia y ilusión común.
4.3. – La planificación física o urbanística es más coherente con el tamaño de ciudades intermedias (escala urbana): Puesto que las CIMES son ciudades de una escala espacial y humana adecuadas a la comprensión, definición y por supuesto ordenación urbanística física. Las CIMES tienen una dimensión urbana en la que la planificación urbanística puede ser más eficiente que en las grandes ciudades. Debe de señalarse, inmediatamente, que esta afirmación vuelve a ser global, y debe de ser revisada en base a los diversos tipos de ciudades y sus contextos. No obstante, en principio pero podemos apuntar que:
a) Las dimensiones físicas superficiales, de las zonas urbana y/o rural de estas ciudades, son más comprensibles y por lo tanto su ordenación urbanística puede ser mucho más eficiente.
b) La relación entre plano-programa, intrínseca a todo tipo de plan, puede y debe ser mucho más directa en ciudades intermedias por su escala y por sus dimensiones sociales.
c) La planificación estratégica y urbanística de estas CIMES pueden ser complementarias e incluso coherentes. La primera puede ser el programa “funcional” de la segunda.
4.4. – Los problemas del hábitat deben ser prioritarios para el trabajo de los profesionales (hábitat) :
a) En base a la Declaración de Hábitat II deben de ser considerados como principios básicos: el derecho a una vivienda digna o adecuada para todos y el desarrollo de un proceso de urbanización más sostenible. El interés social de la arquitectura y del urbanismo, en el siglo XXI, exige de las autoridades y de los profesionales que actúan en el campo de la ciudad de una mayor sensibilidad hacia estos dos temas.
b) Una “vivienda digna” debe ser higiénica, segura, humana e íntima y, desarrollarse en base a políticas de planificación y gestión globales. Para ello los criterios de proyectación arquitectónica no se deben acomodar a la simple utilización de formas o tecnologías de tipo “internacional”, si no que han de incorporar los materiales, las formas y estructuras de vivienda propias de cada contexto y ciudad. Ello exige un mayor conocimiento y estudio de las condiciones “locales” y “territoriales” de asentamiento y alojamiento para que se puedan aportar proyectos más adecuados y más sostenibles al hábitat humano.
c) Pero el problema básico del hábitat debe entrar no solo en la dimensión proyectual o individual (la casa) sino también en la dimensión urbana o general (el espacio, la ciudad, el territorio) . La ciudad debe ser un lugar para vivir y convivir. El diseño del espacio libre común, del espacio público pero también del conjunto del espacio no destinado a la edificación o a la actividad son dos de las cuestiones estratégicas del diseño urbano. De hecho éstos espacios son los escenarios de la convivencia y del civismo ciudadano.
4.5. – Los monumentos son un patrimonio que hoy se prolonga en los nuevos edificios de carácter comunitario (símbolos): No solo los elementos de la arquitectura histórica, que constituyen el patrimonio cultural, histórico-arquitectónico de las ciudades deben de protegerse, rehabilitarse y destinarse a nuevas funciones. También los nuevos edificios de servicios públicos (las escuelas o centros culturales, por ejemplo) o de usos comunitarios (los centros deportivos o comerciales, por ejemplo) tienen un rol patrimonial y/o una función simbólica en nuestras ciudades.
4.6. – El plan físico o urbanístico debe adaptarse al territorio físico y al entorno natural de la ciudad (urbanismo sostenible) : No es posible a las puertas del siglo XXI un urbanismo que no incorpore los criterios de sostenibilidad y de respeto al entorno. Nuestras ciudades producen, distribuyen y consumen energía y materias primas naturales (agua, aire, tierra… etc). No es posible una planificación urbanística que no interiorice estos temas. Por ello los planes físicos o urbanísticos y su gestión posterior deberán tender a conseguir los objetivos generales siguientes que ahora se formulan como hipótesis de trabajo:
a) Los planes de urbanismo deben potenciar y aplicar en su contenido las ventajas ecológicas de las ciudades:
b) Los planes de urbanismo deben introducir las condiciones y características medioambientales y el paisaje en el modelo de ordenación y desarrollo territorial. El territorio formalizado en forma de paisaje concreto, de cada ciudad y de su propia diversidad, es el elemento base de la planificación urbanística.
c) Los planes de urbanismo deben ordenar las ciudades en función de las condiciones físicas del lugar : Para ello deben proceder a combinar la zonificación (los elementos de cantidad en base a las condiciones de uso y edificación) y la estructura urbana (los elementos de relación y de infraestructura de los servicios generales). Pero deben tener en cuenta, también, que el modelo global depende de las características del lugar y de la topología urbana de cada territorio concreto.
d) El plan físico se debe centrar en la definición concreta de la relación entre superficie total y densidad zonal, distancias máximas y forma urbana global, zonificación de los usos y los medios de transporte,… etc. Ello puede incidir en la reducción de los costes de transporte, o de las tasas de los desplazamientos individuales y los movimientos obligados de las personas, entre residencia y trabajo.
La solución puede pasar por la adopción de modelos más “densos” ( en ciudades anglosajonas, americanas o del norte de Europa) y por el control de densidades (en aquellas áreas geográficas que ya parten de densidades altas como el Mediterráneo o Asia ) XXX. El modelo urbano denso tiene un límite de proporcionalidad entre espacio libre o público y espacio lleno o edificado. Este es uno de los temas a estudiar en el Programa de Trabajo. ¿Como definir este límite o esta relación?
e) Los planes de urbanismo deben tener una concepción más integrada de las funciones y actividades, que permita una ordenación urbanística mixta, no segregada entre las diversas zonas urbanas. La opción de mezcla de funciones y actividades no solo entendida como superación de la simplificación de una determinada interpretación del “Movimiento Moderno”, inspirada en los principios de la “Carta de Atenas” (Le Corbusier), si no que, y además, respondiendo al principio de la diversidad urbana.
Una ciudad más integrada, o mixta, o al menos no segregada espacialmente, es una ciudad más sostenible y igualitaria. Permite un mejor, fácil y más cómodo desarrollo de las funciones humanas sobre el espacio. La cuestión de la integración urbana tiene relación directa con los problemas de la crisis del modelo tradicional que debe de someterse a debate y reflexión.
f) Los planes de urbanismo deben también tener en cuenta criterios de sostenibilidad energética : Integrar el planeamiento urbanístico y los medios de transporte, reducir las distancias peatonales en el diseño del tamaño de la ciudad, promover ciclos sostenibles de producción y reciclaje de los residuos, promover el uso de materiales locales y no contaminantes o reciclables, etc.
4.7. – La participación activa de la población en la administración y diseño de las CIMES es básica (participación): Las poblaciones de residentes, en las ciudades y diferentes asentamientos humanos, deben tener una participación activa en el diseño y la gestión de sus lugares de vida. La ciudad solo puede ser el espacio de libertad individual, de cohesión social, y lugar de progreso económico-social si se dan las condiciones mínimas de participación y democracia.
4.8. – El objetivo global en las ciudades intermedias debe de ser el de mejorar la calidad de vida de todos sus ciudadanos (global). La definición de éste objetivo depende de cada contexto y de cada situación de partida. El objetivo de la calidad de vida pasa primero por cubrir las necesidades básicas de cada asentamiento, déficits que al ser básicos no pueden ni deben ser considerados como cualitativos: vivienda digna, agua corriente, saneamiento, etc….A éstos podrían añadirse ciertos servicios que también pueden considerarse básicos: educación, sanidad, salubridad … etc. Una vez cubiertas las necesidades y servicios básicos es cuando deben plantearse objetivos de tipo más cualitativo.
4.9. – Las propuestas deben responder a los problemas básicos de cada ciudad y de cada población (local).
Es decir de cada lugar y de cada sociedad concreta. Para contrarrestar los efectos negativos de la denominada globalización de la economía de mercado, pero también para apoyar las propuestas del urbanismo y de la arquitectura en elementos de carácter local.
Las líneas de actuación de la primera fase (1997-1999)
Para el desarrollo de los dos primeros objetivos se realizaron una serie de acciones que se detallan a continuación:
1. Se redactó un Documento Inicial de Trabajo que constaba de: 1a. Una introducción, donde se apuntaban las tendencias generales del proceso de urbanización en las últimas décadas, una aproximación al concepto “ciudad media/intermedia” y diversa bibliografía sobre el tema.
1a. Una introducción, donde se apuntaban las tendencias generales del proceso de urbanización en las últimas décadas, una aproximación al concepto “ciudad media/intermedia” y diversa bibliografía sobre el tema.
1b. Unos puntos iniciales para establecer el debate que hacía referencia a temas como: la necesidad de establecer proyectos de ciudad con líneas estratégicas, los problemas de alojamiento; niveles mínimos de calidad de vida; el patrimonio, en especial, las áreas de interés histórico-artístico; los equipamientos, espacios libres y áreas de nueva urbanidad; la necesidad de contextualizar los planes y proyectos teniendo en cuenta no sólo las particularidades del lugar, sino que, y también, las de una escala territorial más amplia (especialmente el área de influencia más o menos inmediata); y la participación ciudadana en el diseño y gobierno de la ciudad. Como conclusión a estos puntos se apuntaba la necesidad de establecer una red de cooperación como base de intercambio de experiencias de trabajo e información.
2. Se organizaron Seminarios y Jornadas de debate:
Internacionales: “Ciudades intermedias y urbanización mundial” – VII Setmana d’Estudis Urbans en Lleida, celebrado en la ciudad de Lleida (España) del 30 de marzo al 3 de abril de 1998 y “Ciudades intermedias, arquitectura y urbanismo”, en Lleida y Barcelona (España) del 15 al 18 de Febrero de 1999.
Locales/regionales: Reuniones con expertos y técnicos procedentes de ámbitos geográficos más cercanos. El objetivo de estas reuniones era el de dibujar las líneas generales del trabajo a seguir por el Programa y recoger las ideas y sugerencias de profesionales y académicos.
Para el desarrollo del tercero de los objetivos, el de establecer un marco de cooperación, se envió el Documento Inicial de Trabajo a cerca de 300 personas, “colaboradores locales” y “expertos” en todo el mundo. A estos se les pedía que hicieran llegar a la Dirección del programa las anotaciones, reflexiones y carencias que creyeran oportunas incluir. Además, a los colaboradores locales se les pediría que rellanaran una encuesta que incluía datos muy diversos pero genéricos sobre su ciudad y el área de influencia: topología y morfología, datos sobre la población y densidad, datos sobre monumentos, equipamientos, infraestructuras de transporte y presupuesto, entre otros. La encuesta debía ir acompañada de un plano general y tres fotografías (una de la vista general, otra de uno de sus monumentos más representativos y otra de una fiesta o celebración popular/tradicional).
Los resultados de la 1ª fase (1997-1999):
El fruto del trabajo realizado en esta primera fase de desarrollo del Programa UIA-CIMES puede generalizarse en los siguientes:
- La nueva redacción del Documento de Trabajo, que enriquecido con las aportaciones de las notas y criterios de los colaboradores locales y expertos dio lugar al Documento Final y al libro “Ciudades intermedias y urbanización mundial” publicado a principios de Junio de 1999 y presentado en el XX Congreso de la UIA en Bejiing (China). En su publicación colaboraron el Ajuntament de Lleida, la UNESCO, la UIA y el Ministerio de Asuntos Exteriores en España.
- Una base de datos, información gráfica y cartográfica de diversas ciudades intermedias. A 12/03/2001 se han recibido y procesado un total de 75 encuestas procedentes de ciudades de todo el mundo. (Ver punto D·3 – Las ciudades miembro de la red CIMES)
- Una base de datos con bibliografía específica sobre ciudades intermedias que debe de catalogarse ahora por materias y temas más específicos.
- Una extensa base de datos con las direcciones de los colaboradores locales y expertos y que cuenta ya con cerca de 400 miembros. La lista se va alimentando de forma natural con nuevos contactos establecidos a partir de los miembros más activos y contactos que interesados realizan de forma directa con la Dirección del Programa. Esta base de datos es, de hecho, el primer paso para llegar a establecer una red de cooperación y de intercambio de información.
- La “Declaración de Lleida sobre las ciudades intermedias” que fue redactada y aprobada por expertos y colaboradores locales presentes en el Seminario “Ciudades intermedias, arquitectura y urbanismo” celebrado en la ciudad de Lleida (España) entre el 15 y 18 de Febrero de 1999. La Declaración reclama, en líneas generales, una mayor atención a las ciudades intermedias y dibuja las líneas de trabajo que se cree deberían de desarrollarse en estas ciudades para garantizar un entorno sostenible, participativo, democrático y con unos mínimos de calidad de vida para sus ciudadanos.
La primera fase del Programa finalizó con la presentación en Beijing, en el marco del XX Congreso de la UIA, de los resultados obtenidos entre el otoño de 1997 y la primavera de 1999 a través de una pequeña presentación y una exposición que fue así mismo presentada en la ciudad de Lleida en una jornada celebrada el 11 de Diciembre de 1999.
Las publicaciones
LLOP, J.Mª – BELLET, C (1999), Ciudades intermedias y urbanización mundial, Ajuntament de Lleida – Unesco – UIA – Ministerio de Asuntos Exteriores, ed. Ajuntament de Lleida, Lleida, ISBN- 84-89781-26-5 IDIOMAS: Español, Inglés, Francés, Chino mandarin, Árabe.
LLOP, J.Mª – BELLET, C (2000), Ciudades intermedias. Urbanización y sostenibilidad, VII Semana de Estudios Urbanos en Lleida, Lleida, ed. Milenio, col. Milenio Actas, ISBN – 84-89790-85-X
Los objetivos de la segunda fase
Durante la última jornada del Congreso se presentaron las propuestas de nuevos Programas de Trabajo y la continuación de 26 de los desarrollados durante el bienio 98-99, entre los que figuraba el Programa “Ciudades intermedias y urbanización mundial”. Una vez ratificada la propuesta por la Sección Española de la UIA y el Colegio de Arquitectos de España, fueron enviados los objetivos y el programa de actividades previsto para la Segunda Fase (1999-2002).La información y trabajo realizado hasta el momento es la base sobre la cual parte el diseño de la Segunda Fase. En esta se pretende continuar con el trabajo realizado centrándose pero en líneas y temas más concretos y específicos que en buena parte fueron dibujándose ya en los resultados de la primera fase: la cuestión del alojamiento, los proyectos urbanos de futuro, las experiencias de participación ciudadana, la imagen, los monumentos y símbolos urbanos, etc.
El éxito del Programa depende, en buena medida, del nivel de colaboración y participación de los colaboradores locales y expertos y de la posibilidad de mantener y ampliar la red de colaboración.
Los objetivos generales de la segunda fase són:
1. Aumentar la red de contactos y hacerla más operativa.
2. Centrar el debate en temas más concretos (ver el punto siguiente).
3. Reforzar la relación con organismos internacionales: UNESCO, IULA, UNCHS…
4. Consolidar el Programa de Trabajo UIA-CIMES en la ciudad de Lleida.
5. Analizar la posibilidad de actuar como antena de los actos, a celebrar en la ciudad de Barcelona el año 2004, en el Fòrum Universal de les Cultures. (http://www.barcelona2004.org)
Las líneas de actuación de la segunda fase
1. Crear un marco de reflexión específico sobre las ciudades intermedias (CIMES) donde se aloja la mayoría de la población urbana del planeta. Hay más de 3200 CIMES en el planeta, presentes además en todos los contextos socioeconómicos, con más de 1.000 millones de habitantes. Pese a ello, la mayoría de centros de investigación urbanos y organismos internacionales centran su atención en las grandes aglomeraciones urbanas.
2. Presentar la Arquitectura y el Urbanismo como instrumentos que pueden contribuir a un desarrollo socioeconómico sostenible y equilibrado. En este punto se trata de reflexionar sobre como a través del campo profesional, desde la disciplina y desde su organización internacional (la UIA) así como desde el conjunto de profesionales que actúan en el medio urbano, se puede contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población de las ciudades intermedias y a través de ellas incidir sobre las condiciones de vida del conjunto del planeta. Al respecto las diferentes actuaciones profesionales deberían tener en cuenta los aspectos siguientes:
1. El estudio de los problemas concretos a escala local (Diagnósticos).
2. La divulgación, opinión y pedagogía de las soluciones posibles (Educación a través de la difusión).
3. Los informes técnicos y las propuestas de soluciones locales (Intervenciones).
4. El proyecto como instrumento propio de actuación profesional (Proyectos).
5. El plan, en sus diversas formas, como instrumentos de ordenación (Planes).
6. El asociacionismo profesional y cívico como capital social (Cooperación).
7. El interés por la estética y la belleza de las propuestas (Cualidad).
8. El interés por los problemas locales y sus soluciones (Diseño).
3. Analizar y comparar ciudades intermedias, en base a una encuesta (datos y planos), en la actualidad el Programa UIA-CIMES cuenta ya con 71 encuestas de ciudades intermedias de todos los continentes. Este análisis debe profundizar sobre las características de las diferentes ciudades y formular los problemas y temas clave desde los que la Arquitectura y el Urbanismo pueden operar.
4. Realizar Seminarios regionales, en el marco de las Regiones de la UIA, que permitan diferenciar y destacar los rasgos geográficos, históricos y socioculturales de las CIMES a la vez que difundir el Programa y ampliar la red de colaboración. En la actualidad están en marcha los Seminarios siguientes :
- ” Amélioration des conditions de vie dans les villes intermédiaires en Afrique ”
del 9 al 11 de Noviembre de 2000, Sfax (Túnez).
Información : Mr. Taoufik EL EUCH
E-mail = taoufik.eleuch@planet.tn
- “El rol de las ciudades intermedias iberoamericanas”
del 4 al 6 de Diciembre de 2000, Resistencia (Argentina)
Información: Ms. Alicia Mastandrea.
E-mail: alicia.mastandrea@ecomchaco.com.ar
Así mismo desde el Programa se trata de colaborar con otros proyectos y Seminarios sobre ciudades intermedias, como:
- “Jornada de reflexión sobre el presente y futuro de las ciudades medias en España”, celebrada en Córdoba (España) el 20 de abril de 1999. Jornada organizada por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España y el Ayuntamiento de Córdoba.
- El proyecto en desarrollo “Red de ciudades intermedias en el Valle del Cauca”, para las ciudades del Valle del Cauca en Colombia, que tuvo una jornada de presentación en la ciudad de Cali (Colombia) el 12 de Octubre de 2000 y organizada por el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown (EEUU), Asocámaras y la Cámara de Comercio de Cali.
5. Destacar los principales temas que la arquitectura y el urbanismo, deben desarrollar en este tipo de ciudades de cara a resolver los problemas socioeconómicos y urbanísticos más importantes:
1. El patrimonio en la ciudad intermedia: Políticas, instrumentos y actuaciones en el patrimonio urbano.
2. Participación ciudadana: Experiencias de participación ciudadana en la planificación y práctica política diaria
3. El espacio público: Experiencias y proyectos de dotación de espacios libres y equipamientos
4. La ciudad intermedia en el territorio: Políticas territoriales sobre potenciación de este tipo de núcleos y de relación con sus áreas de influencia.
5. Vivienda y suelo: Propuestas innovadoras sobre políticas de suelo y vivienda desarrolladas por la administración local